sábado, 24 de octubre de 2009

¿Qué impacto tiene sobre el Comercio Internacional el proceso de Globalización?

El Comercio Internacional ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de la historia económica de la Humanidad. Sobre todo, ha sido un fenómeno muy ligado al desarrollo del Capitalismo como Régimen Socio-Económico y Político. Sus orígenes se remontan a los siglos XIV y XV donde las pequeñas Ciudades –Estados del actual territorio Italiano, Génova y Venecia intercambiaban sus productos de manera permanente. De esa manera el Comercio Internacional nace con el intercambio de los excedentes, cada ves mayores, debido al aumento de las fuerzas productivas que generaban aquellas organizaciones.

Las principales teorías que explican en la actualidad el desarrollo del Comercio Internacional se basan en: El Liberalismo, El Proteccionismo y el Marxismo. Las concepciones de todas las escuelas liberalista del Comercio Internacional han basado su fundamento en que el comercio internacional tiene efectos directamente beneficiosos tanto para cada país que participe en él como para el conjunto de naciones en el mundo. Sus principales exponentes fueron David Ricardo y Adam Smith.

Los defensores del proteccionismo han estado divididos en dos grupos. Los mercantilistas y los denominados desarrollistas cepalianos. Para los seguidores del proteccionismo (mercantilista) la piedra angular se encuentra expresada en que los recursos económicos totales son estáticos y por tanto la cuestión es obtener la mayor parte posible de ellos. Por consiguiente lo que gana un Estado lo pierde otro. Otro elemento básico en el mercantilismo es la teoría de la balanza comercial. Así para esta corriente: ¨....una nación sólo puede ganar mediante el comercio exterior sí tiene una balanza favorable, o un exceso del valor de las exportaciones sobre el de las importaciones. La ganancia surgió de hecho de que las exportaciones sobre el de las importaciones tenía que pagarse en oro y plata, y para una nación la adquisición de esos metales preciosos, o tesoros, era la forma más segura de enriquecerse; para una nación sin minas de oro ni de plata, este era la única forma.¨

Friedrich List , es el máximo exponente de los proteccionistas del siglo XIX. Para List ; la aplicación de políticas proteccionistas de Inglaterra no coincidían con el discurso libre cambista que propugnaban sus lideres y explicó cómo para un país con una industria relativamente débil, le resultaba imposible competir con países de un desarrollo en la industria manufacturera . Su idea principal se resume en priorizar la protección de la industria nacional para que esta pueda desarrollarse y alcanzar una posición que le permita enfrentar a sus competidores.

En sentido general el proteccionismo aparece como la teoría del comercio internacional propia de la burguesía incipiente o débil. Por tanto la protección se ve como un instrumento transitorio para asegurar la existencia y el desarrollo de esa burguesía, pero se acepta el principio según el cual, en última instancia, solo el libre juego del mercado puede asegurar una asignación óptima de los recursos.

En cuanto al pensamiento marxista de forma general sus postulados se pueden explicar bajo el desarrollo de cuatro fundamentos importantes: La teoría sobre la división internacional del trabajo, la teoría de los valores internacionales, la teoría del dinero mundial y la teoría del comercio Exterior.

La situación del Comercio Internacional en la década del 90, sufrió cambios significativos. El conjunto de factores subjetivos y objetivos que han incidido en su transformación son el resultado de un largo proceso histórico, ligado estrechamente al desarrollo del capitalismo y a su metamorfosis. El proceso de globalización ha puesto al relieve nuevamente el fracaso de teorías y concepciones de carácter libre cambistas, dominantes durante el siglo XX, a nivel internacional. En cualquier foro de concertación económica multilateral, entiéndase Organización Mundial del Comercio, Grupo de los 77 o Grupo de los 15. El tema libertad de Comercio esta presente.

Para los grandes países desarrollados en sus reuniones del grupo de los siete, la concepción de libre cambio es parte de las propuestas que se les hace al tercer Mundo para que salga del subdesarrollo que los ampara. Pero los postulados de David Ricardo, sobre las ventajas comparativas y la espontánea liberalización, en la actualidad demuestran que no son suficientes para fundamentar el libre comercio. Aunque se siga utilizando como fundamento por profesores universitarios y economistas para demostrar las ventajas del libre comercio para todas las naciones que participan en él.

La globalización vista como la transformación del capitalismo monopolista de Estado al capitalismo de las trasnacionales, tiene un impacto en el desarrollo del comercio internacional. El fenómeno Globalización engloba al libre comercio, al movimiento de capitales a corto plazo, a la inversión extranjera directa y al desarrollo de la tecnología de las comunicaciones.

Para los clásicos el comercio internacional, se ejecutaba fundamentalmente entre actores económicos tanto públicos como privados, de diferentes nacionalidades. Los cuales basados en la idea de la especialización, que a su ves podía estar sustentada en las ventajas comparativas de David Ricardo o en las Absolutas de Adam Smith, intercambiaban mediante ese acto sus productos y así satisfacían sus necesidades. En la etapa de la Mundialización, los sujetos que participan en el comercio internacional se han transformado. Ya se comercia más entre empresas trasnacionales que entre naciones. Tienen más capacidad económica y financiera una empresa trasnacional que un país como Haití, por solo poner un ejemplo. Además el comercio intra firma también existe y con mucha fuerza.

El comercio intra firma implica que interactúen sujetos e instituciones de una misma empresa trasnacional. El intercambio comercial entre una Casa Matriz y sus filiales o entre las mismas filiales es promovido por la relativa especialización internacional interna del trabajo de sus propias unidades.

El comercio que tiene lugar al interior de las Empresas Trasnacionales les ha permitido no solo neutralizar el efecto de la competencia, sino al mismo tiempo utilizar los precios de transferencia como mecanismos para desplegar recursos financieros entre los países, con el objetivo de minimizar el impacto de los regímenes tributarios, arancelarios y cambiarios de los distintos países en los que están establecidos. Además pueden traspasar subrepticiamente utilidades desde los lugares donde se generan hacía aquellos donde resulte más rentable registrarlos, burlando también las restricciones cuantitativas a las remesas de utilidades que existiera en el país en cuestión. De esa manera ocultan las ganancias obtenidas que afectan la participación en ellas de los socios locales.

Como plantean especialistas del Centro de Investigaciones de Economía Internacional de la Universidad de la Habana, las empresas trasnacionales desarrollan estrategias integradas para la producción y la venta a nivel Mundial, de modo que provienen una división internacional interna del trabajo de sus propias entidades. Se organizan en una gran red mundial de filiales y subsidiarias con el objetivo de hacer internos los mercados situados más allá de las fronteras nacionales y con un grado suficiente de flexibilidad y diversificación que les permitan obtener el máximo posible de las ganancias oligopólicas mundiales. Son verdaderas redes de unidades productivas, de ensamblaje, de distribución financiera, de ciencia y tecnología, de servicios, cuidadosamente coordinadas a nivel mundial.

En la etapa pre globalización se hablaba de un comercio bajo la sujeción legal de muchas empresas públicas y privadas a normativas nacionales y a las leyes del intercambio mercantil, pero las trasnacionales en estos momentos imponen sus propias preceptivas jurídicas y convierten en no pocos casos la soberanía de los Estados en pura formalidad. Lo cual conlleva a males no solo de tipo económico sino de carácter social y ambiental.

Un economista español a la pregunta de: ¿sí la Globalización les hace bien a todos? respondió: ¨ La Globalización le va bien a todos, menos a los que no se globalizan.¨ El mismo reafirmó que la falta de capacidad de las naciones pobres para participar en el comercio internacional se debe en especial a la falta de espíritu emprendedor de la clase media en esos países y a la corrupción existente en esas naciones no globalizadas.

La mayoría de los especialistas en comercio internacional reconocen el papel e importancia del intercambio comercial internacional para todas las naciones del mundo. Considerando incluso que es difícil para las naciones vivir de forma estanca y ser lo suficientemente capaces desde el punto de vista económico para no intercambiar con el resto del mundo. Sin embargo durante la puesta en marcha del proceso globalizado, la participación de los países y regiones en el comercio internacional se caracteriza, por la excesiva concentración de los países desarrollados. No solo hay concentración entre los sujetos que realizan el comercio internacional, sino que más de 2/3 partes de esas acciones comerciales la realizan empresas de las naciones más desarrolladas. Los países en desarrollo a penas participan en el comercio internacional.

La globalización ha impuesto la necesidad de formar bloques regionales para fortalecer la participación a nivel internacional de las naciones en el comercio. Desde la vieja Europa hasta los países del Sur de la América han tenido que utilizar la fórmula de la integración económica. Más allá de las ventajas e imperfecciones que favorecen a las integraciones de todo tipo, el dominio de los Estados Unidos en la época de la Globalización obliga aunar fuerzas para no ser barridos de un solo golpe. Aunque resulta interesante como en la formación de grandes bloques regionales, tanto Estados Unidos como Japón, mantienen un comercio exterior con otras regiones a niveles similares a sus integraciones. Mientras la Unión Europea ha incrementado de manera ostensible el comercio a su interior y ha disminuido el intercambio comercial con otras regiones.

Desde el punto de vista objetivo, el comercio internacional ha sufrido también modificaciones debido a la fuerte influencia del proceso globalizado. El desarrollo tecnológico permite que desde sus propias casas los sujetos con posibilidades participen y adquieran cualquier producto o realicen cualquier transacción financiera. El hombre del Internet se va separando cada vez más de la sociedad. Se va convirtiendo en un sujeto que responde no solo a patrones de conductas impuestos desde el Norte Desarrollado, sino que alcanza un nivel de particularidad e individualidad, base del egoísmo que necesita el capitalismo para reproducirse con mayor fuerza.

Ya no solo se comercian bienes materiales, petróleo, automóviles, equipos eléctricos, computadoras, trigo, salmón o leche de vaca, sino que se ha acentuado el desarrollo de la compra de cerebros y servicios. Necesarios para el desarrollo de la tecnología y de las ciencias en esos países desarrollados .En cualquier página en Internet usted puede encontrar una invitación para hacer los tramites que garanticen su emigración hacía los Estados Unidos. Lógicamente poniéndoles como condición un conjunto de requisitos preestablecidos, para lograr su residencia y vivir el ¨ Sueño Americano ¨.

Los trámites son para médicos, científicos, juristas, economistas, ingenieros nucleares u otros profesionales de vital importancia para el imperialismo. No es a partir de la década del 90 que comienza a darse este proceso de compra de talentos, pero sin dudas con el proceso globalizado, las cosas se facilitan para el capital. Las barreras establecidas por las fronteras son traspasadas diariamente, gracias al desarrollo tecnológico subordinado al poder de los imperiales. Y luego analistas neoliberales plantean que el mayor problema de las naciones del Sur- pobre es que no cuentan con suficientes recursos humanos capaces de desarrollar políticas endógenas favorables, para salir del subdesarrollo.

Otra tendencia reforzada por el proceso globalizado es la existencia de un mercado controlado por las trasnacionales. Las Empresas trasnacionales actúan de forma coordinada. La competencia leal tan enarbolada por los ideólogos burgueses, es inexistente e incluso existe concertación al concentrarse la producción .Los postulados del libre comercio son simple retórica, las grandes multinacionales se planifican y armonizan para obtener los beneficios que surgen de las debilidades del mercado internacional. Un ejemplo que ilustra la armonía Inter. Empresas lo encontramos en la colaboración existente entre la firma de Estados Unidos, Digital Equipment Corporation y la Olivetti & Co de Italia. Ambas financian el laboratorio de investigación de Olivetti en Cambrige, Inglaterra y comparten los resultados.

Existe una cuestión más que refleja los impactos del sistema globalizado. Las grandes potencias han asumido y fortalecido una tendencia al uso de medidas de regulación comercial, debido a los cambios en el sistema productivo a nivel mundial caracterizado por el incremento del comercio administrativo y la incapacidad productiva y financiera al interior de ellas. Pero al mismo tiempo y de forma paralela se observa un movimiento en sentido inverso hacía una mayor liberalización e integración productiva. En la lógica del capitalismo trasnacional la liberación de los mercados y por ende la gran apertura económica, es sinónimo de estar globalizado y es parte de las recetas que se le propone al mundo subdesarrollado para que resuelva sus problemas económicos.

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